NÃO PENSAVA EXISTIR UM LUGAR IGUAL A MEDJUGORJE

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Cómo Medjugorje ha cambiado mi vida
Un testimonio sobre la peregrinación a Medjugorje

Testimonio de Roberto Rizzoli

No pensaba que pudieran existir emociones tan fuertes como para cambiar drásticamente mi vida, tal como me sucedió en Medjugorje.

Había oído hablar de Medjugorje en los medios de comunicación y últimamente a mis familiares. Las maravillas que llegaban a mis oídos me provocaban curiosidad y me obligaron a tomar una decisión, elegir entre dos posibilidades: no tener en cuenta el tema, porque era el resultado de la credulidad de los que querían creer a toda costa, o bien verificar directamente, aunque con escepticismo, estas voces increíbles. Realmente existía también una tercera opción, que en esos momentos no consideraba: el íntimo deseo de cambiar mi vida inútil y sin perspectivas.

Sin embargo, cuando me preguntaron si quería hacer una peregrinación a Medjugorje, me apunté enseguida. Muy contentos, viajamos en autocar acompañados de las bromas y los chistes de Gianmario, de los esfuerzos de Don Darío por hablar (y convencernos a nosotros para hacerlo) en italiano, y de las directrices de Sergio, el jefe de la expedición. Entre una cosa y otra se rezaban oraciones y rosarios, se cantaban himnos a la Virgen y Don Darío incluso celebró la Santa Misa. Yo que no rezaba desde hacía años y solo iba a Misa en bodas y funerales, me sentí participativo, con buena voluntad, aunque un poco a disgusto.

Los tres días que pasamos en Medjugorje fueron tan intensos y emocionantes que se necesitaría toda la publicación para describirlos. Lo que me impresionó particularmente fue:

– La Adoración Eucaristía por la noche: durante la espera, una multitud multilingüe (unos de pie, otros sentados, incluso alguno arrodillado en el suelo) rezaba y escuchaba el coro que cantaba en varias lenguas tranquila y suavemente. Inmerso en esta bellísima y relajante atmósfera, mi corazón endurecido empezaba a suavizarse;

– Las visitas a los lugares de las apariciones, avanzando lentamente y siempre rezando el Rosario;

– La subida al monte Krizevac, rezando las 14 estaciones del Vía Crucis;

– Los testimonios impresionantes de las chicas de la “Comunità Cenacolo” de Sor Elvira, de los miembros de la comunidad “Nuovi Orizzonti” de Chiara Almirante y de una de las videntes, de mi edad, que ha sido testigo directo durante 30 años de los acontecimientos ligados a las apariciones y que de una forma objetiva relaciona con las situaciones políticas y religiosas de estos años.

También me sorprendió y desconcertó el prodigio del sol: parecía que Dios lo hiciera para los presuntuosos como yo. Además de la salvación de las almas y de las conversiones, que son los verdaderos milagros, nos demostraba que Él puede hacer y deshacer lo que ha creado.

La confirmación de lo que sucede en Medjugorje resultó positiva y mi presunción se convirtió en humildad. Ahora sé que Dios existe y que quiere lo mejor para mí; el milagro que le interesaba a la Virgen lo ha hecho precisamente conmigo, gracias a las oraciones de mis familiares: la Virgen me ha llamado para abrirme los ojos. Ahora espero que, gracias a su intercesión, el milagro perdure.

Aconsejo a todos los que están sumergidos en las dudas, que se animen a vivir la misma experiencia que yo. ¡Alabado sea Dios!

Roberto Rizzoli

Matéria original: https://rosasparalagospa.com/2014/04/30/como-medjugorje-ha-cambiado-mi-vida/

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